La ansiedad es una emoción que responde a situaciones en las que anticipamos mentalmente (imágenes, pensamientos...) que algo negativo va a suceder y creemos que no tenemos capacidad para resolverlo.
La ansiedad es distinta del miedo, porque éste último se siente ante situaciones actuales y reales, mientras que la ansiedad es el producto de anticipar algo que todavía no ha sucedido.
En las relaciones sexuales, la ansiedad es el antídoto del erotismo. La ansiedad pone en marcha el sistema simpático y bloquea toda la energía erótica, impiediendo una respuesta sexual adecuada (erección, lubricación, placer, orgasmo) y provocando en muchas ocasiones una respuesta incontrolada como la eyaculación involuntaria (precoz) o espasmos en la vagina que impiden la penetración.
Durante las relaciones sexuales, cuanto más pensamos en que podemos tener un problema o un fallo, más favorecemos que éste se produzca. La sexualidad es un medio de placer no de problematizar, por eso, la actitud relajada, tranquila, plácida y confiada favorece mucho la respuesta sexual satisfactoria.
Para lograr estar tranquilos, no hemos de ponernos exigencias ni presiones ni preocupaciones; hemos de centrarnos en el juego, en la caricia, en las sensaciones, en las palabras, en las imágenes... en el placer.
Artículo sobre la ansiedad y la paradoja del perfeccionismo. Blog lolasalinas-psicologa.com/wordpress
©Lola Salinas