Trabajamos con distintas metodologías o modelos de intervención que aplicamos según el perfil de nuestros clientes.
Utilizamos técnicas que vienen demostrando su validez, utilidad y fiabilidad. Cada técnica está aconsejada para distintas problemáticas.
Hay ejercicios para la relajación
Hay técnicas para la concentración en el placer
Hay ejercicios para controlar la eyaculación
Hay ejercicios para favorecer la penetración
Hay técnicas para lograr la erección y mantenerla
Hay ejercicios para lograr orgasmos
Hay tareas que nos enseñan a percibir los estímulos y regular la respuesta
Hay entrenamientos en regular las emociones
Hay tareas para ejercitar la desinhibición
Hay tareas para modificar los pensamientos negativos
Hay teareas para eliminar la ansiedad, los miedos y temores
Hay ejercicios para aprender a afrontar problemas y situaciones difíciles
Y un largo etcétera.
Junto con las técnicas, tareas y entrenamientos concretos utilizamos distintas metodologías terapéuticas: TREC (cognitiva, conductual, emocional y racional), experiencial, insight, mindfulness (conciencia plena), aceptación y compromiso. Creemos que cada modelo terapeútico nos ofrece unas cualidades que pueden resultar más eficaces a cada persona. Puede que para realizar ciertos cambios sea necesario utilizar un modelo TREC pero para la misma persona, si necesitamos trabajar un aspecto relacionado con el rechazo de la realidad, será recomendable el modelo de aceptación.
En cada uno de los casos evaluamos qué tipología se adapta mejor a las necesidades de cada persona y a los objetivos concretos que necesitemos trabajar.
El modelo terapeutico es por tradición un modelo directivo, sin embargo, en los últimos años, debido a las terapias denominadas de tercera generación, se están desarrollando modelos en los que hay menos dirección y más acompañamiento. El coaching, es un claro ejemplo de este tipo de modelos de acompañamiento. No obstante, el coaching no siempre está indicado para trabajar los problemas sexuales o psicológicos.
Nuestra visión de la terapia está en contra de la rigidez en la selección y utilización de los modelos terapeúticos que hay a disposición de nuestros clientes. Consideremos útil la flexibilidad, incluso dentro de un mismo proceso, pudiendo cambiar de un modelo a otro si consideramos que una nueva fase de la terapia lo requiere o si comprobamos que el modelo elegido no está dando los resultados deseados.
El objetivo siempre va a estar sometido a la deontología profesional para lograr la máxima eficacia y ayuda para nuestros clientes.
Artículo 'La metáfora como terapia y la utopía como meta' en blog lolasalinas-psicologa.com/wordpress
©Lola Salinas