'La certeza y el conocimiento claro de cómo funciona mi mente y mi cuerpo en las relaciones sexuales'
Si conozco mi organismo estoy seguro de poder manejarlo a mi voluntad porque conozco los resortes y las habilidades para regularme. Podré aprender a tocar piano, podré aprender a hacer windsurf, podré aprender a escalar, podré aprender a controlar la eyaculación. Cuando somos niños no necesitamos conocer nuestro organismo para aprender porque apenas tenemos conductas establecidas y practicamente todos los circuitos neurológicos de respuesta están por hacerse. Cuando somos adultos necesitamos sustituir los que ya hemos creado -si hemos realizado esa actividad antes- o necesitamos establecerlos a base de entrenamiento consciente.
Si conozco mi mente (modo de pensar; hábitos de interpretar las situaciones; forma de sentir; estados de ánimo...) estoy en condiciones de modular y regular su caudal de pensamiento y el estilo de ese pensamiento para orientarlo hacia un estado adecuado para las relaciones sexuales
¿Conozco mis emociones?
¿Sé por qué siento de un modo ante determinadas situaciones?
¿Logro razonar mis conductas?
¿Sé qué estilos de pensamiento tengo?
©Lola Salinas