Si estáis pensando que la única solución a vuestra situación actual es la separación o el divorcio, con casi total seguridad ya habéis tratado de poner soluciones a los problemas que vuestra relación os ha planteado.
Nuestra terapia/coaching para parejas en esta situación tiene dos objetivos muy claros:
1) Tratar de buscar vías de solución que quizás no hayáis explorado (es lo más habitual).
2) En caso de no haber solución a vuestra relación, encontrar la vía más positiva y menos perjudicial para una separación que os permita mantener una relación civilizada y que, si lo deseáis, en el futuro pueda convertirse en una buena relación de amistad.
Muchas parejas han atendido a la consulta pensando que ésta era la última oportunidad porque ya habían agotado todos sus recursos. Lo hacían creyendo que era casi imposible solucionar su situación. Muchas de ellas hoy siguen juntas con otro enfoque y con una capacidad para disfrutar mucho mayor de la que habían experimentado.
Todas las relaciones pasan por crisis. Eso ni es bueno ni es malo, es una realidad que se deriva de la complejidad del ser humano y de que cada individuo sigue madurando y creciendo y la relación requiere de reajustes.
Estos reajustes conviene realizarlos cada equis tiempo, de otro modo la situación puede empeorar y producirse dificultades más complejas y difíciles de resolver.
La separación puede ser una solución a las relaciones donde el grado de incompatibilidad es muy alto. No obstante, antes de tomar esa decición conviene consultar con un especialista para que evalúe la posibilidad de reconducir la relación.
En nuestra consulta os vamos a ayudar a ver el 'bosque' desde fuera. La consulta es un campo de entrenamiento donde cada miembro de la pareja se va a ver y va a ver a la otra persona desde distintos ángulos, perspectivas que antes no había adoptado.
Os podréis sorprender de los bloqueos que a veces se tienen dentro de la relación y cómo éstos dificultan una visión objetiva y mucho más eficaz para ser felices. Muchas relaciones adoptan hábitos tóxicos que se convierten en automatismos dentro de la relación.
En la consulta, la terapeuta es una mediadora, una observadora cualificada para intervenir, identificar, proponer medidas, adoptar cambios y ayudaros a reorientar la relación.
Muchas parejas, en pocos meses, han mejorado ostensiblemente su relación. Eso ha hecho que la motivación para continuar la terapia haya sido mayor y que hayan progresado muy positivamente.
La satisfacción y el placer que les causa ser capaces de superar una situación tan difícil es una experiencia muy positiva para su autoestima y para la confianza en sus propias capacidades.
©Lola Salinas